Ganadería de la cultura tiahuanaco
La ganadería fue una de las actividades fundamentales de la cultura Tiahuanaco, que les permitió aprovechar los recursos naturales de su entorno y adaptarse a las condiciones climáticas extremas del altiplano. Los Tiahuanacos criaron principalmente camélidos andinos, como la llama y la alpaca, que les proporcionaron carne, leche, lana, cuero y huesos. Además, desarrollaron técnicas de conservación de alimentos, como el charqui y el chuño, que les permitieron almacenar y transportar sus productos. La ganadería también influyó en el arte y la religión Tiahuanaco, que reflejaron la importancia de los animales en su cosmovisión.
- La importancia de la ganadería en la economía y la sociedad Tiahuanaco
- Los camélidos andinos: principales animales criados por los Tiahuanacos
- Las técnicas de conservación de alimentos: el charqui y el chuño
- Los usos del cuero, la lana y los huesos de los animales
- Los desafíos ambientales y climáticos que enfrentaron los Tiahuanacos
La importancia de la ganadería en la economía y la sociedad Tiahuanaco
La ganadería fue una de las bases de la economía Tiahuanaco, que se basó en la complementariedad entre las diferentes zonas ecológicas de su territorio. Los Tiahuanacos aprovecharon la diversidad de pisos altitudinales para cultivar diferentes productos agrícolas, como la papa, el maíz, la quinua y la coca, y para criar diferentes tipos de animales, como los camélidos, los cuyes y los peces. La ganadería les permitió obtener proteínas, grasas y vitaminas esenciales para su alimentación, así como materias primas para su industria textil, metalúrgica y cerámica.
La ganadería también tuvo un rol importante en la sociedad Tiahuanaco, que se organizó en torno a unidades familiares llamadas ayllus, que se encargaban de la producción y el intercambio de bienes. Los ayllus se agrupaban en señoríos, que estaban bajo la autoridad de un jefe o curaca, que debía tributar al poder central de Tiahuanaco. Los animales eran una forma de riqueza y prestigio social, que se usaban como medio de pago, como ofrenda a los dioses y como símbolo de poder. Los Tiahuanacos también establecieron redes de comercio con otras culturas, como los Wari, los Chimu y los Incas, a través de las cuales intercambiaron productos ganaderos, como la carne, la lana y el cuero.
Los camélidos andinos: principales animales criados por los Tiahuanacos
Los camélidos andinos son un grupo de mamíferos que se adaptaron a vivir en las altas montañas de los Andes. Incluyen cuatro especies: la llama, la alpaca, la vicuña y el guanaco. Los Tiahuanacos domesticaron las dos primeras, que se convirtieron en sus principales animales de cría. Las otras dos especies, la vicuña y el guanaco, eran cazadas por su carne y su lana.
La llama fue el animal más importante para los Tiahuanacos, ya que les servía como medio de transporte, como fuente de carne y como animal de sacrificio. La llama podía cargar hasta 40 kilos de peso y recorrer largas distancias por los caminos del altiplano. Su carne era consumida fresca o seca, y sus vísceras y sangre eran ofrecidas a los dioses. La llama también era valorada por su lana, que se usaba para tejer mantas, ponchos y gorros.
La alpaca fue el segundo animal más importante para los Tiahuanacos, ya que les proporcionaba la mejor lana de los Andes. La alpaca tenía una lana más fina, suave y variada que la llama, y se podía teñir de diferentes colores. Su carne también era consumida, pero en menor medida que la de la llama. La alpaca era criada en rebaños, que se pastoreaban en las zonas más húmedas y verdes del altiplano.
Las técnicas de conservación de alimentos: el charqui y el chuño
Los Tiahuanacos desarrollaron técnicas de conservación de alimentos, que les permitieron aprovechar al máximo sus recursos y enfrentar las épocas de escasez. Dos de las técnicas más importantes fueron el charqui y el chuño, que consistían en deshidratar la carne y la papa, respectivamente.
El charqui era la carne de llama o alpaca, que se cortaba en trozos y se salaba. Luego, se exponía al sol y al frío durante varios días, hasta que se secaba completamente. El charqui se podía guardar por mucho tiempo, y se rehidrataba al cocinarlo. El charqui era un alimento rico en proteínas, que se usaba para preparar sopas, guisos y otros platos.
El chuño era la papa, que se sometía a un proceso de congelación y deshidratación natural. Primero, se dejaba la papa al aire libre durante la noche, para que se congelara con el frío. Luego, se pisaba la papa para extraer el agua y la cáscara. Finalmente, se secaba la papa al sol durante varios días, hasta que se reducía a una masa blanca y dura. El chuño se podía conservar por años, y se usaba para hacer sopas, purés y tortillas.
Los usos del cuero, la lana y los huesos de los animales
Los Tiahuanacos aprovecharon al máximo los productos derivados de la ganadería, que les sirvieron para diversas actividades y necesidades. El cuero, la lana y los huesos de los animales fueron algunos de los materiales más utilizados por los Tiahuanacos, que los transformaron en objetos útiles y artísticos.
El cuero era la piel de los camélidos, que se curtía y se teñía de diferentes colores. El cuero se usaba para hacer vestimentas, calzados, bolsas, tambores, escudos y otros accesorios. El cuero también se usaba para recubrir los instrumentos musicales de viento, como las flautas, las quenas y las antaras, que eran muy apreciados por los Tiahuanacos.
La lana era el pelo de los camélidos, que se esquilaba y se hilaba. La lana se usaba para tejer telas, que se decoraban con motivos geométricos y zoomorfos. La lana también se usaba para hacer alfombras, mantas, tapices y otros tejidos. La lana era un producto muy valorado por los Tiahuanacos, que lo intercambiaban con otras culturas por productos como el oro, la plata, el cobre y las conchas marinas.
Los huesos eran los restos óseos de los camélidos, que se tallaban y se perforaban. Los huesos se usaban para hacer herramientas, como agujas, punzones, cuchillos y hachas. Los huesos también se usaban para hacer adornos, como collares, pulseras, pendientes y plumas. Los huesos eran un elemento simbólico para los Tiahuanacos, que los asociaban con la vida y la muerte.
Los desafíos ambientales y climáticos que enfrentaron los Tiahuanacos
Los Tiahuanacos tuvieron que adaptarse a las condiciones ambientales y climáticas del altiplano andino, que eran muy variables y extremas. El altiplano era una zona de gran altitud, con una temperatura media de 10°C, que podía descender hasta -20 °C en las noches. El altiplano también era una zona de escasa precipitación, con una media de 500 mm anuales, que se concentraban en la época de lluvias, entre noviembre y marzo. El altiplano también era una zona de fuertes vientos, que erosionaban el suelo y dificultaban la agricultura.
Desarrollaron estrategias para aprovechar y manejar los recursos hídricos del altiplano, que eran esenciales para la ganadería y la agricultura. Los Tiahuanacos construyeron canales, acueductos, reservorios y terrazas, que les permitieron captar, almacenar y distribuir el agua de los ríos, los lagos y las lluvias. Los Tiahuanacos también crearon sistemas de riego, que les permitieron cultivar en zonas áridas y mejorar la fertilidad del suelo.
También tuvieron que enfrentar los cambios climáticos que se produjeron en su época, que afectaron su producción y su población. Experimentaron períodos de sequía y de inundación, que alteraron el ciclo hidrológico y la disponibilidad de agua. Los Tiahuanacos también experimentaron períodos de frío y de calor, que modificaron la temperatura y la vegetación. Estos cambios climáticos provocaron crisis alimentarias, migraciones, conflictos y enfermedades, que debilitaron la cultura Tiahuanaco.
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