Explorando la Economía de la Cultura Paracas
La economía de la cultura Paracas se basó principalmente en la agricultura intensiva, la pesca y el trueque. Los habitantes de Paracas desarrollaron técnicas innovadoras para cultivar una gran variedad de frutas, hortalizas y verduras en medio del desierto, como el uso de charcas hundidas o wachaques y sistemas de riego. Además, practicaron la pesca y el marisqueo para obtener alimentos y excedentes para el comercio. Los miembros de la cultura Paracas eran conocedores de la economía de trueque y se trasladaban a la sierra para intercambiar productos como algodón, sal y productos marinos.
- La agricultura como base de la economía Paracas
- Las chacras hundidas o wachaques: ¿Qué eran y cómo aprovechaban el agua subterránea?
- El uso del guano como abono
- La pesca y el marisqueo como complemento de la economía Paracas
- Los caballitos de totora: ¿Qué eran y cómo los usaban para navegar y pescar?
- El comercio y el trueque con otras culturas: ¿Qué productos intercambiaban y con quiénes?
- La producción textil como actividad artística y económica
La agricultura como base de la economía Paracas
La agricultura fue la base de la economía Paracas, ya que les proporcionaba los alimentos básicos para su subsistencia, como el maíz, el frijol, la calabaza, el ají, el camote y la quinua. Estos productos se cultivaban en las zonas fértiles del valle de Ica y del río Lurín, donde se aprovechaba el agua proveniente de los deshielos de los Andes. Sin embargo, estos recursos hídricos eran escasos e irregulares, por lo que los Paracas tuvieron que desarrollar sistemas de riego eficientes y sofisticados para optimizar su uso.
Uno de estos sistemas fue el de los canales o acequias, que consistía en construir zanjas o conductos para llevar el agua desde el río hasta las parcelas de cultivo. Estos canales podían tener varios kilómetros de longitud y estar revestidos de piedra o barro para evitar filtraciones o evaporaciones. Además, contaban con compuertas o vertederos para regular el caudal del agua según las necesidades de cada zona. Los canales permitían irrigar grandes extensiones de tierra y aumentar la productividad agrícola.
Otro sistema fue el de las andenerías o terrazas, que consistía en acondicionar las laderas de los cerros o montañas para crear superficies planas donde sembrar. Estas terrazas se sostenían con muros de piedra o adobe que evitaban la erosión del suelo y retenían la humedad. Además, se adaptaban a las condiciones climáticas y ecológicas de cada altura, permitiendo cultivar diferentes productos según la temperatura y la exposición al sol. Las andenerías ampliaban el espacio agrícola y diversificaban la producción agrícola.
Las chacras hundidas o wachaques: ¿Qué eran y cómo aprovechaban el agua subterránea?
Las chacras hundidas o wachaques fueron otro sistema de riego innovador que usaron los Paracas para cultivar en el desierto. Consistían en excavar pozos circulares de varios metros de diámetro y profundidad, hasta alcanzar el nivel freático o el agua subterránea. Luego, se rellenaban los bordes con tierra fértil traída de otros lugares y se sembraban los productos. Estos pozos se comunicaban entre sí mediante canales subterráneos que distribuían el agua por todo el sistema.
Las ventajas de las chacras hundidas eran varias. Por un lado, permitían aprovechar el agua subterránea que era más abundante y constante que la superficial. Por otro lado, protegían los cultivos de las heladas, las sequías, los vientos y la salinidad del suelo. Además, creaban un microclima favorable para el desarrollo de las plantas, al mantener una temperatura y humedad adecuadas. Las chacras hundidas eran una muestra de la ingeniería hidráulica y agrícola de los Paracas.
A continuación, se muestra una tabla con algunas características de las chacras hundidas:
Característica | Valor |
---|---|
Diámetro | Entre 5 y 20 metros |
Profundidad | Entre 3 y 10 metros |
Número | Más de 500 en la península de Paracas |
Productos | Maíz, frijol, calabaza, camote, algodón |
El uso del guano como abono
El guano era otro recurso natural que los Paracas supieron aprovechar para mejorar su agricultura. El guano es el excremento de las aves marinas que se acumula en las islas y rocas cercanas a la costa. Tiene un alto contenido de nitrógeno, fósforo y potasio, lo que lo convierte en un excelente abono natural para los cultivos. Los Paracas lo usaban para fertilizar sus tierras y aumentar sus cosechas.
Para obtener el guano, los Paracas tenían que realizar expediciones marítimas hasta las islas donde se encontraba. Para ello, usaban sus embarcaciones de totora, llamadas caballitos, que eran ligeras y resistentes. Los Paracas navegaban con destreza y valentía por las aguas del océano Pacífico, sorteando las corrientes, las olas y los depredadores. Una vez en las islas, recogían el guano con palas o canastas y lo cargaban en sus caballitos para llevarlo a tierra firme.
El guano era un producto muy apreciado por los Paracas, no solo por su valor agrícola, sino también por su valor simbólico y religioso. El guano representaba la conexión entre el mar y la tierra, entre lo sagrado y lo profano, entre la vida y la muerte. Los Paracas lo usaban también como ofrenda a sus dioses o a sus ancestros, como parte de sus rituales funerarios o ceremoniales. El guano era una muestra de la relación armoniosa que los Paracas tenían con la naturaleza.
La pesca y el marisqueo como complemento de la economía Paracas
La pesca y el marisqueo fueron actividades complementarias de la economía Paracas, ya que les proporcionaban proteínas, grasas y minerales para su alimentación, así como materias primas para su artesanía. Los Paracas aprovechaban la riqueza y diversidad de la fauna marina del litoral peruano, donde se produce el fenómeno de la corriente de Humboldt, que trae aguas frías y nutrientes desde el sur. Esta corriente favorece el desarrollo de plancton, peces, crustáceos, moluscos y mamíferos marinos.
Para pescar y mariscar, los Paracas usaban diferentes técnicas y herramientas, según el tipo y tamaño de las presas. Algunas de estas técnicas y herramientas eran:
- Los anzuelos: Eran piezas de metal o hueso con una punta curva y afilada, que se ataban a una cuerda o soga. Se usaban para pescar peces medianos o pequeños, como la anchoveta, el pejerrey o el lenguado.
- Las redes: Eran tejidos de fibras vegetales o animales, que formaban mallas o agujeros. Se usaban para pescar peces grandes o en grupo, como el bonito, el atún o la sardina.
- Los arpones: Eran varas de madera o metal con una punta puntiaguda y un gancho, que se lanzaban con fuerza. Se usaban para cazar animales grandes o peligrosos, como el lobo marino, la ballena o el tiburón.
- Los cestos: Eran recipientes de mimbre o totora, que tenían forma de cono o cilindro. Se usaban para recolectar moluscos o crustáceos, como el mejillón, la almeja o el cangrejo.
Los caballitos de totora fueron las embarcaciones que usaron los Paracas para realizar sus actividades marítimas. Eran balsas hechas con tallos secos de una planta acuática llamada totora, que crecía en las lagunas o pantanos cercanos a la costa. Los tallos se ataban con sogas o cuerdas para formar un haz alargado y curvo, que flotaba sobre el agua. Los caballitos medían entre 3 y 4 metros de largo y entre 60 y 80 centímetros de ancho.
Los Paracas usaban los caballitos de totora para navegar por el mar con destreza y rapidez. Se sentaban sobre ellos con las piernas abiertas y los impulsaban con un remo de madera que sujetaban con ambas manos. También usaban los caballitos para pescar con anzuelos, redes o arpones. Para ello, llevaban consigo sus herramientas y sus capturas en un cesto o canasto que colocaban en la parte delantera o trasera del caballito.
Los caballitos de totora eran más que simples medios de transporte o trabajo para los Paracas. Eran también símbolos de su identidad cultural y su relación con el mar. Los Paracas decoraban sus caballitos con pinturas o plumas de colores, que representaban sus creencias o sus grupos sociales. Los Paracas también realizaban competencias o juegos con sus caballitos, demostrando su habilidad y su valor. Los caballitos de totora eran una muestra de la tecnología y la creatividad de los Paracas.
El comercio y el trueque con otras culturas: ¿Qué productos intercambiaban y con quiénes?
El comercio y el trueque fueron actividades económicas importantes para los Paracas, ya que les permitían obtener productos que no podían producir por sí mismos o que escaseaban en su región. Los Paracas intercambiaban sus productos con otras culturas del antiguo Perú, tanto de la costa como de la sierra o la selva. Para ello, usaban diferentes medios de transporte y comunicación, como los caballitos de totora, las caravanas de llamas o los quipus.
Algunos de los productos que los Paracas ofrecían a otras culturas eran:
- El guano: Era un abono natural muy apreciado por los agricultores de otras regiones, que lo usaban para fertilizar sus tierras y aumentar sus cosechas.
- El pescado: Era una fuente de proteínas y grasas muy valorada por los habitantes de la sierra o la selva, que lo consumían fresco o seco.
- El algodón: Era una fibra vegetal muy utilizada por los tejedores de otras culturas, que la usaban para elaborar sus telas y vestimentas.
- Los textiles: Eran obras de arte que mostraban la habilidad y el gusto de los Paracas, que los usaban para adornar sus cuerpos o sus espacios.
Algunos de los productos que los Paracas recibían de otras culturas eran:
- El maíz: Era un alimento básico que complementaba la dieta de los Paracas, que lo consumían en diferentes formas y preparaciones.
- La coca: Era una planta sagrada que tenía propiedades estimulantes y medicinales, que los Paracas usaban para combatir el cansancio o el dolor.
- El oro: Era un metal precioso que simbolizaba el poder y la riqueza, que los Paracas usaban para elaborar sus joyas y objetos ceremoniales.
- Las plumas: Eran adornos naturales que provenían de aves exóticas de la selva, que los Paracas usaban para decorar sus mantos y tocados.
La producción textil como actividad artística y económica
La producción textil fue una de las actividades artísticas y económicas más destacadas de la cultura Paracas, ya que reflejaba su cosmovisión, su identidad y su estética. Los Paracas elaboraban telas y mantos de gran calidad y belleza, que usaban para vestirse, abrigarse, adornarse o enterrar a sus muertos. Estas telas y mantos se caracterizaban por su variedad de colores, formas y motivos, que expresaban sus creencias, sus mitos y su historia.
Para elaborar sus textiles, los Paracas usaban diferentes materiales y tintes, que obtenían de fuentes naturales o artificiales. Algunos de estos materiales y tintes eran:
- El algodón: Era una fibra vegetal que se obtenía de las plantas del mismo nombre, que crecían en las zonas costeras. El algodón se usaba para tejer las telas base o soporte, sobre las que se bordaban los diseños.
- La lana: Era una fibra animal que se obtenía de los camélidos andinos, como la llama, la alpaca o el guanaco, que se criaban en las zonas altas. La lana se usaba para tejer los hilos o cordones, con los que se realizaban los bordados.
- Los tintes: Eran sustancias químicas o naturales que se usaban para dar color a los hilos o cordones. Los tintes se obtenían de plantas, animales o minerales, como el cochinilla, el índigo, el añil o el cinabrio.
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