Cerámica de la cultura Tiahuanaco
Uno de los aspectos más sobresalientes de la cultura Tiahuanaco fue su cerámica, que reflejaba su cosmovisión, su arte y su tecnología. En este artículo, te invitamos a conocer más sobre la cerámica Tiahuanaco: sus características, sus tipos, su técnica, su influencia y su importancia.
- Características generales de la cerámica de la cultura Tiahuanaco
- El kero: el vaso ceremonial más representativo de la cerámica Tiahuanaco
- El pebetero: el incensario usado en los rituales y templos
- Otros tipos de cerámica Tiahuanaco
- La técnica de elaboración de la cerámica Tiahuanaco
- La influencia de la cerámica Tiahuanaco en otras culturas andinas
- La importancia de la cerámica Tiahuanaco para el patrimonio cultural peruano
Características generales de la cerámica de la cultura Tiahuanaco
La cerámica Tiahuanaco se caracterizó por tener formas variadas y complejas, que incluían vasos cilíndricos, copas troncocónicas, platos circulares, urnas funerarias con tapa y figurillas antropomorfas y zoomorfas. Algunas piezas tenían asas, pies o soportes en forma de animales o cabezas humanas.
Los colores más usados en la cerámica Tiahuanaco fueron el rojo, el negro, el blanco y el crema. Estos colores se obtenían a partir de óxidos metálicos o minerales naturales. La cerámica se pintaba antes o después de la cocción, usando pinceles o plumas.
La decoración de la cerámica Tiahuanaco era muy rica y detallada. Se usaban técnicas como el modelado, el inciso, el estampado, el relieve y el bruñido. Los motivos decorativos eran principalmente geométricos (líneas, círculos, triángulos, rombos) y zoomorfos (cóndores, pumas, serpientes, peces). También se representaban escenas mitológicas o rituales con figuras humanas o híbridas.
El simbolismo de la cerámica Tiahuanaco estaba relacionado con su visión del mundo y su religión. La cerámica expresaba la dualidad entre el cielo y la tierra, el orden y el caos, lo masculino y lo femenino. También reflejaba el culto al sol, al agua y a los ancestros. La cerámica era usada tanto para fines domésticos como ceremoniales. Algunas piezas eran ofrendadas a los dioses o enterradas con los muertos.
El kero: el vaso ceremonial más representativo de la cerámica Tiahuanaco
El kero era un vaso ceremonial de forma cilíndrica y boca ancha, que se usaba para beber chicha (bebida fermentada de maíz) o para hacer libaciones (ofrendas líquidas) a los dioses. El kero era el tipo de cerámica más representativo y distintivo de la cultura Tiahuanaco, ya que mostraba su alto nivel artístico y su identidad cultural.
El kero se decoraba con motivos geométricos y zoomorfos, que se distribuían en bandas horizontales o verticales. Los colores más usados eran el rojo, el negro, el blanco y el crema. Los motivos más frecuentes eran los escalonados, los romboidales, los meandros, los cóndores, los pumas y las serpientes. Estos motivos simbolizaban el orden cósmico, la fertilidad, el poder y la protección.
Se elaboraba con arcilla fina y compacta, que se moldeaba a mano o con un molde de madera. Luego se alisaba con una espátula o una piedra y se pintaba con pigmentos naturales. Finalmente se cocía en un horno a una temperatura de unos 800°C. El kero era un objeto sagrado y valioso, que solo podía ser usado por los gobernantes, los sacerdotes y los nobles. El kero era un símbolo de prestigio y autoridad, que se exhibía en las ceremonias públicas o se intercambiaba como regalo diplomático. El kero también era un medio de comunicación con los dioses y los ancestros, que se invocaban al beber o al derramar la chicha.
El pebetero: el incensario usado en los rituales y templos
El pebetero era un incensario de forma globular y cuello corto, que se usaba para quemar resinas aromáticas o plantas sagradas, como la coca o el tabaco. El pebetero era un tipo de cerámica muy usado en los rituales y templos de la cultura Tiahuanaco, ya que servía para crear un ambiente propicio para la comunicación con los dioses y los espíritus.
Se decoraba con motivos geométricos y zoomorfos, que se aplicaban en relieve o en pintura. Los colores más usados eran el rojo, el negro, el blanco y el crema. Los motivos más comunes eran los escalonados, los romboidales, los meandros, los cóndores, los pumas y las serpientes. Estos motivos simbolizaban el orden cósmico, la fertilidad, el poder y la protección.
El pebetero se elaboraba con arcilla gruesa y porosa, que se moldeaba a mano o con un molde de madera. Luego se alisaba con una espátula o una piedra y se decoraba con pigmentos naturales o con aplicaciones de arcilla. Finalmente se cocía en un horno a una temperatura de unos 700°C. El pebetero era un símbolo de devoción y respeto, que se colocaba en los altares o en las entradas de los templos. El pebetero también era un medio de purificación y sanación, que se usaba para limpiar el ambiente o para curar enfermedades.
Otros tipos de cerámica Tiahuanaco
Además del kero y el pebetero, la cultura Tiahuanaco produjo otros tipos de cerámica, que tenían diferentes formas, funciones y significados. Algunos de estos tipos de cerámica eran:
- Las vasijas: eran recipientes de forma ovoide o globular, que se usaban para almacenar o transportar alimentos o líquidos. Las vasijas se decoraban con motivos geométricos y zoomorfos, que se pintaban o se aplicaban en relieve. Los colores más usados eran el rojo, el negro, el blanco y el crema. Los motivos más frecuentes eran los escalonados, los romboidales, los meandros, los cóndores, los pumas y las serpientes. Estos motivos simbolizaban el orden cósmico, la fertilidad, el poder y la protección.
- Los platos: eran recipientes de forma circular y fondo plano, que se usaban para servir o consumir alimentos. Los platos se decoraban con motivos geométricos y zoomorfos, que se pintaban o se aplicaban en relieve. Los colores más usados eran el rojo, el negro, el blanco y el crema. Los motivos más comunes eran los escalonados, los romboidales, los meandros, los cóndores, los pumas y las serpientes. Estos motivos simbolizaban el orden cósmico, la fertilidad, el poder y la protección.
- Las urnas funerarias: eran recipientes de forma cilíndrica y tapa cónica, que se usaban para depositar las cenizas o los restos óseos de los difuntos. Las urnas funerarias se decoraban con motivos geométricos y zoomorfos, que se pintaban o se aplicaban en relieve. Los colores más usados eran el rojo, el negro, el blanco y el crema. Los motivos más habituales eran los escalonados, los romboidales, los meandros, los cóndores, los pumas y las serpientes. Estos motivos simbolizaban el orden cósmico, la fertilidad, el poder y la protección.
- Las figurillas: eran representaciones de forma humana o animal, que se usaban para fines rituales o lúdicos. Las figurillas se modelaban a mano o con un molde de madera. Luego se alisaban con una espátula o una piedra y se pintaban con pigmentos naturales. Finalmente se cocían en un horno a una temperatura de unos 700°C. Las figurillas podían representar a dioses, ancestros, guerreros, sacerdotes, músicos o bailarines.
La técnica de elaboración de la cerámica Tiahuanaco
La técnica de elaboración de la cerámica Tiahuanaco era muy sofisticada y variada, según el tipo, la forma y la función de la pieza. Los materiales, las herramientas y los procesos que se usaban eran los siguientes:
- Los materiales: la materia prima principal era la arcilla, que se obtenía de los ríos o las lagunas del altiplano. La arcilla se mezclaba con agua y arena o paja para darle consistencia y evitar las grietas. Los colores se obtenían a partir de óxidos metálicos o minerales naturales, como el óxido de hierro (rojo), el carbón vegetal (negro), el yeso (blanco) o el caolín (crema).
- Las herramientas: las herramientas que se usaban para modelar, alisar, decorar y cocer la cerámica eran simples pero efectivas. Se usaban las manos, los dedos, las uñas, los palillos, las espátulas, las piedras, los pinceles, las plumas, los moldes de madera, los sellos de arcilla y los hornos de barro.
los procesos que se seguían para elaborar la cerámica eran los siguientes:
- El modelado: consistía en darle forma a la arcilla con las manos o con un molde de madera. Se podía hacer por enrollamiento (formando cilindros o espirales), por apretado (formando bolas o discos) o por vaciado (llenando un molde con arcilla líquida).
- El alisado: consistía en pulir la superficie de la pieza con una espátula o una piedra. Se hacía para eliminar las imperfecciones, las uniones o los excesos de arcilla.
- La decoración: consistía en aplicar los motivos geométricos y zoomorfos sobre la pieza. Se podía hacer por modelado (añadiendo aplicaciones de arcilla), por inciso (raspando la superficie con un palillo), por estampado (presionando un sello de arcilla), por relieve (sobresaliendo la superficie con un palillo) o por pintura (usando pinceles o plumas).
- La cocción: consistía en someter la pieza a una temperatura alta para endurecerla y fijar los colores. Se hacía en un horno de barro, que se calentaba con leña o estiércol. La temperatura podía variar entre 700°C y 800°C, según el tipo y el color de la pieza.
La influencia de la cerámica Tiahuanaco en otras culturas andinas
La cerámica Tiahuanaco no solo fue una expresión artística y cultural de su propia civilización, sino que también fue una fuente de inspiración e influencia para otras culturas andinas que convivieron o sucedieron a la cultura Tiahuanaco. Algunas de estas culturas fueron:
La cultura Wari
fue una cultura que se desarrolló entre los años 600 d.C. y 1200 d.C. en el centro y sur del Perú. Su capital fue la ciudad de Wari, ubicada en el departamento de Ayacucho. La cultura Wari fue contemporánea y rival de la cultura Tiahuanaco, con la que mantuvo contactos comerciales y bélicos. La cerámica Wari adoptó algunas formas y motivos de la cerámica Tiahuanaco, como el kero, el pebetero, el escalonado y el romboidal.
La cultura Chimu
fue una cultura que se desarrolló entre los años 900 d.C. y 1470 d.C. en la costa norte del Perú. Su capital fue la ciudad de Chan Chan, ubicada en el departamento de La Libertad. La cultura Chimu fue conquistada por los incas en el siglo XV. La cerámica Chimu incorporó algunos elementos de la cerámica Tiahuanaco, como el color negro, el modelado y el estampado.
La cultura Inca
fue una cultura que se desarrolló entre los años 1200 d.C. y 1532 d.C. en el occidente de Sudamérica. Su capital fue la ciudad de Cusco, ubicada en el departamento de Cusco. La cultura Inca fue la última y la más grande de las culturas andinas, que abarcó los territorios de las anteriores culturas Tiahuanaco, Wari y Chimu. La cerámica Inca asimiló algunas características de la cerámica Tiahuanaco, como el kero, el pebetero, el escalonado y el romboidal.
Otras culturas además de las mencionadas, otras culturas andinas que recibieron la influencia de la cerámica Tiahuanaco fueron la cultura Lupaca, la cultura Colla, la cultura Pacajes y la cultura Aymara.
La importancia de la cerámica Tiahuanaco para el patrimonio cultural peruano
La cerámica Tiahuanaco es una de las manifestaciones más importantes y valiosas del patrimonio cultural peruano. La cerámica Tiahuanaco tiene un gran valor histórico, artístico y social, que se puede apreciar desde diferentes perspectivas:
- Valor histórico: la cerámica Tiahuanaco nos permite conocer más sobre la cultura Tiahuanaco, una de las civilizaciones más antiguas y avanzadas del antiguo Perú. La cerámica Tiahuanaco nos revela aspectos como su cosmovisión, su religión, su política, su economía, su tecnología y su arte. La cerámica Tiahuanaco también nos muestra las relaciones e influencias que tuvo la cultura Tiahuanaco con otras culturas andinas, como la Wari, la Chimu o la Inca.
- Valor artístico: la cerámica Tiahuanaco nos muestra la belleza y la creatividad de los alfareros tiahuanacotas, que lograron crear piezas únicas y originales con formas, colores, decoraciones y simbolismos variados y complejos. La cerámica Tiahuanaco nos demuestra el alto nivel artístico y estético de la cultura Tiahuanaco, que se expresó en otros ámbitos como la arquitectura, la escultura, la metalurgia o el textil.
- Valor social: la cerámica Tiahuanaco nos representa como parte de una identidad cultural diversa y rica, que se ha formado a lo largo de miles de años con el aporte de diferentes pueblos y culturas. La cerámica Tiahuanaco nos invita a valorar y respetar nuestra herencia cultural, así como a difundirla y protegerla para las generaciones futuras.
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